Poco a poco iban llegando padres y niños/as, la luz del sol se iba atenuando al pasar de los minutos, de repente al sonido del “corno” todos los estudiantes se ubican en el centro de la cancha e inician las rondas, cantos y bailes. Después de algunos minutos los padres se suman a la celebración y forman parte de una gran ronda. El padre sol al perder su fuerza y claridad es ayudado por los chicos de octavo quienes encienden la fogata que nos permite concluir compartiendo los alimentos con todos/as los presentes. Humitas, tostado, mote, etc. Se va consumiendo al sonar de la banda de pueblo.
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