Hermoso, desde la comida hasta el juego. Acompañados de un resplandeciente sol, las frutas nos dejaron mostrar sus radiantes colores. Padres y niños/as compartieron unas deliciosas frutas, papaya, piña, sandía, uvillas, peras, naranjas, etc. Un sin fin de colores y sabores. Después, para refrescarnos y vivir esa expansión que todos/as necesitamos en nuestras vidas, corrimos y saltamos para embarrarnos de “carioca”.
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